martes, 4 de diciembre de 2012

EL CARNAVAL DE VERACRUZ



El Carnaval de Veracruz, considerado el más “alegre” y “bullanguero” de los carnavales que se llevan a cabo en México y el segundo en importancia en Latinoamérica después del de Río de Janeiro (Brasil), llega al Puerto con un derroche de alegría y diversión sin límite para el pueblo jarocho y sus visitantes.
El Carnaval de Veracruz ha pasado de ser una gran fiesta local a trascender fronteras y convertirse en el más famoso y reconocido del país, por su organización y eventos que giran alrededor de este, pero sobre todo por la conocida algarabía de los veracruzanos.
Durante una semana, el puerto jaracho se viste de gala para recibir a miles de personas (en su mayoría procedentes del Distrito Federal, Puebla, Oaxaca, Tlaxcala y diversos rincones del propio estado) que se dan cita en este lugar para disfrutar del paso de vistosas carrozas, cadenciosos bailes, originales máscaras, disfraces, y contagiarse del ritmo de las comparsas, donde las veracruzanas lucen su anatomía sin dejar mucho a la imaginación.


La historia carnestolenda

Los orígenes del Carnaval de Veracruz datan de 1866, cuando México soportaba la imposición del gobierno de Maximiliano, pero los jarochos, con su espíritu alegre, solicitaron a las autoridades correspondientes el permiso para celebrar la “Fiesta de las máscaras”, que no era otra cosa que bailes de disfraces realizados en los principales centros sociales de la época, como la Aduana Quemada, el teatro y algunos salones.
Ya con la autorización, se formuló por primera ocasión un reglamento que rigiera los festejos. Los primeros veracruzanos que solicitaron boletos y formaron una comparsa de disfraces, fueron Luis Mier y Terán y Adrián Troncoso, entre otros, quienes anotaron a damas y caballeros de la mejor sociedad, mientras que Camilo Valdés apunto a un grupo denominado “Los Cañeros”.

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